domingo, 7 de septiembre de 2014

BUEY SUELTO 10: Kindamba. Introducción a la hechicería. Cómo jalar a un nfumbe

El buey suelto, sin yugo ni yunta, es un símbolo de libertad espiritual.
El buey suelto o persona que sigue el camino del brujo solitario _que es el camino de la espiritualidad natural e individual en el mundo material, contra la marea de la sociedad moderna_, va acumulando conocimiento y poder con cada nueva tarea en la que su aprendizaje le involucra. Visitar el monte, el mar, el río y el cementerio; presentarse ante los Elementos y Vientos y obtener mataris( piedras ) y objetos cargados con sus fuerzas; obtener ndundus(  aliados o espíritus guardieros ) en los cruces de caminos y capturar ndokis( espíritus oscuros o diabólicos ) en los ojos de agua; aprender el uso de los oráculos _como los chamalongos y nzandis_ y desarrollar vititi( vista espiritual ); pactar con nfumbes( muertos ) y karires( demonios ); consagrar el Nso o cuarto de misterios y los atributos o herramientas rituales _como el tongo o bastón de muertos, los mbeles( machetes y cuchillos ) y los instrumentos musicales _confeccionados con nkunias sagradas, cuero de personas o animales, y con dientes y quijadas, principalmente_ que destinará exclusivamente a la liturgia mágica, son algunas de las principales empresas que emprenderá el nuevo brujo o bruja, antes de enfrentar el mayor de los retos, la obra que nunca concluye: la creación del nkisi, fundamento o nganga. Pero, antes de acometer esa gran obra, es posible y conveniente iniciarnos en los principios básicos de la parte práctica de la Kindamba, Nsaranda o hechicería: los nsara o trabajos para nkuta o nkangue( amarrar, trabajos de amor ), para diambo o makumba( dañar, atacar, cerrar caminos ) y para ñampie( quitar la vida ); pues muchos de ellos pueden llevarse a cabo sin poseer nganga, usando solo mataris, prendas menores _mpakas o gajos de nganga, nkuyos o luceros, makukes o calabazas, prendas espirituales y hasta resguardos, si llevan kongome( huesos de muerto )_ y patipembas o firmas _los trazos o dibujos mágicos provenientes del palo monte cubano y de su homólogo haitiano, el vodú_.

A los houngan o sacerdotes del vodú se les llama bokor cuando se especializan en las
malas artes, aunque, al igual que los paleros, todos los houngan las conocen y practican
cuando es necesario.

La kindamba se trabaja fundamentalmente con ndokis _nfumbes de naturaleza muy diferente a la de los ndundus empleados en los bilongos o nsaras para sanar la salud física, los sakulas para limpiar y despojar, los rompimientos de maleficios, y los diversos nsaras para abrir los caminos, prosperidad y suerte, en general_; similares a los loas petro del vodú, con los que trabajan los bokor o hechiceros haitianos, para dominar o dañar a sus víctimas y enemigos. Se trata de espíritus oscuros _que rondan el plano terrenal sin encontrar paz, ni ascender_ y/o diabólicos _ asociados con algún karire o demonio bantú, como Lugambé, Lukankasi y Kadiampembe; entidades consideradas por algunos nganguleros como distintos rostros del mismo demonio o fuerza espiritual.


Ireme o diablito durante una danza ritual Abakuá en Cuba,
en el siglo pasado.

La Kindamba abarca la magia roja _trabajos para dominar_ y la negra _trabajos para dañar_, mientras que los bilongos o nsara mbote _buenas obras_ para limpiar, curar, proteger, guiar y abrir caminos, constituyen la llamada magia blanca. Mucha gente piensa que la magia negra, roja y blanca son cultos diferentes _como el chamanismo siberiano y el satanismo, por ejemplo_, pero en realidad son las diferentes partes que conforman cualquier tipo de magia; entendiéndose ésta, en general, como los numerosos sistemas esotéricos de aplicación práctica de las leyes metafísicas _más allá de la física_ y espirituales _energía o espíritu de los seres y entidades, tanto vivos y naturales, como muertos y sobrenaturales, originarias del mundo mineral, vegetal, animal y social, y del espacio exterior( sí, no pongan esa cara, que no todo lo que viene del espacio es verde y con antenas; también la luz del Sol, de la Luna y demás astros y luceros, son extraterrestres. Luces y rayos cósmicos que influyen en las mareas y en el crecimiento de las plantas y en el comportamiento de animales y personas; y meteoritos y otros visitantes _creadores o destructores, padres o hermanos mayores_ que han dejado su huella espiritual y metafísica en este planeta, desde mucho antes del nacimiento humano... ) _, existentes en nuestro mundo. Todas las formas de brujería, chamanismo, espiritismo y magia ritual, incluyen técnicas blancas, rojas y negras; al igual que todas las artes marciales poseen técnicas de defensa, dominación y ataque, aunque estas últimas, en ambos casos y por razones obvias, se cultivan en secreto o con gran discreción, hasta en la actualidad.

Después de estudiar y comparar, durante muchos años, diversos cultos mágicos _como la santería o regla de ocha, la regla Abakuá, las distintas reglas de palo monte y formas de espiritismo; el vodú haitiano que se practica en las provincias orientales de Cuba y en el sur de Estados Unidos; la brujería afroamericana; el chamanismo nagual mexicano y el chamanismo siberiano; la masonería, la rosacruz y el ocultismo europeo_ de épocas y continentes muy distantes entre sí, he podido comprobar lo que desde pequeño escuché en los solares y templos espirituales de La Habana: "del muerto, nace el santo" o, lo que viene a ser lo mismo: sin el empleo de espíritus, la brujería, el chamanismo, la magia y hasta las religiones, no caminan. Y también me he percatado de que todas estas disciplinas y cultos espirituales _hasta las que aparentan ser todo blancura y pureza, como el catolicismo, el islamismo, el hinduismo y el budismo_, basan su poder mágico o metafísico, en la energía espiritual de los antepasados( difuntos todos, como Cristo, Mahoma, Krishna, Buda, todos los santos y vírgenes, y la mayoría de los orishas, nkisis y loas, entre otros ) y en el secreto mágico, vital, que encierra la sangre, en el momento preciso de la muerte. Sangre y muerte, menga y ntoto( tierra ), rojo y negro, el pacto entre los vivos y los muertos.


¡Mira papá, 
mi Lucero Cuatro Vientos,
Mira cómo corre la tintorera,
Menga va correr y va corriendo!


Santo Cristo del Buen Viaje, gran bakula o espíritu guía
de los kimbiseros.

Muchos de los bilongos de magia blanca pueden hacerse sin sangre _como los baños y despojos con yerbas y aves vivas; los endulzamientos y algunas lámparas_, pero la mayoría de los rompimientos, abre caminos y nkutas o nkangues y todos los cambios de vida, las castraciones, los nsara nzombi( trabajos de dominación ), makumbas( daños ) y ñampies( tumbar, mandar al otro barrio, bailar el manisero ), precisan de sangre fresca _vertida directamente del ser vivo que se sacrifica para liberar su energía vital como ofrenda, pago o simple nutrición, de los espíritus aliados_, para funcionar. Antes, durante y/o después de llevar a cabo una de esas obras, hay que alimentar al muerto, si queremos que las cosas salgan como es debido. El orden, la especie y la cantidad del sacrificio se determinan, fundamentalmente, en base a la experiencia de cada brujo/a con sus propios nfumbes o aliados. No es bueno repetir como papagayos los detalles de los nsaras de nuestros maestros y guías, so pena de convertirlos en simple liturgia religiosa, muy bonitos por fuera, pero vacíos por dentro, como muchos de los rituales de la santería actual, por ejemplo. Debemos razonar por nosotros mismos; preguntarnos en cada curva o cruce del camino, el porqué de cada paso, sí en verdad deseamos que nuestra magia traspase las fronteras de la mente y alcance en pleno pecho a la realidad. 

La brujería es el eclipse, el amanecer y la puesta de sol; los momentos mágicos donde la noche y el día, la oscuridad y las luces se confunden y despiertan las posibilidades sobrenaturales. Pero la llave del eclipse está en la menga, en la vida humana o animal que se entrega a cambio de un favor sobrenatural. Esotericamente hablando, podríamos concluir que algo o alguien debe morir cada vez que se violan las leyes físicas para mantener el equilibrio natural. El tamaño del sacrificio debe ser más o menos proporcional a la dificultad y gravedad del deseo o favor espiritual, así que es conveniente aprender a medir _a ojo de buen brujero_ la envergadura de cada trabajo o problema a solucionar, como si contáramos las calorías necesarias para cada esfuerzo físico, sin quedarnos cortos o pasarnos demasiado.

Mayimbe, el aura tiñosa. Ave sagrada del palo monte.

Las ofrendas de menga a los espíritus, pueden ser de aves, animales acuáticos, cuadrúpedos y seres humanos. Tanto los animales como los humanos sacrificados, deben ser criaturas débiles o vencidas, como las palomas, los animales de corral, las víctimas y los enemigos. No debemos nunca sacrificar aves de carroña, como mayimbe( el aura tiñosa ), de presa, como el águila, o nocturnas, como las lechuzas. Sus plumas, huesos y órganos son muy valiosos por sus propiedades mágicas, pero debemos esperar a que mueran para tomar sus ngandos o partes.

En el caso de las fieras, como leones, tigres, leopardos y guerreros humanos, sí es válido darles caza para arrebatarles sus poderes y propiedades mágicos. Es válido, pero no es ético, al menos desde mi punto de vista. En mi opinión, un brujo que vive en la selva puede cazar un tigre para salvar su vida y otro que que se halla en peligro, puede matar a otra persona en defensa propia, pero un brujo civilizado, que se gana la vida con su trabajo, no tiene que cazar animales de poder, ni personas para satisfacer su sed de conocimiento y fuerza espirituales. Y no lo digo por gusto: en el mundo de la brujería es frecuente que algunas personas fanáticas sucumban a una ambición enfermiza y cometan crímenes horribles, como la mortificación de animales y personas, la violación y el asesinato rituales, etc. Sin duda, actos de ese tipo proporcionan un enorme poder, pero el precio suele ser muy alto: la cordura y/o la propia vida.


Para que se hagan una idea: la menga de una paloma es suficiente para consagrar un resguardo de protección o un pequeño muñeco o figurita de arcilla para amarres y maleficios. Dos palomas o un pollo, contienen la menga necesaria para consagrar un makuto o amuleto de más envergadura que, además de protección, brinde a su dueño algún poder extra, como magnetismo y potencia sexual, fortuna o suerte.





Distintos tipos de makutos, amuletos y fetiches
de arcilla montados por el Padre Montenegro 

 Las prendas medianas _las pequeñas serían los makutos y las figuritas de arcilla_, como los nkuyo( muñecos de madera o arcilla, como los kini kini y algunos nkisi fundamentados en fetiches, como Lucero, Madre de Agua, Kobayende y los karires ), makuke( calabazas de Chola Wengue ), güiras, cocos, cestos y vasijas de barro( Ngurufinda, Cuatro Vientos, Ngonda nkisi, Mariwanga ) se deben consagrar y activar con sacrificio de un gallo o gallina, pato, tortuga, perro o gato _dependiendo del sexo y la naturaleza del nkisi asociado. A los mpungus masculinos, como Sarabanda o Lucero, siempre se les dan animales machos, y los femeninos, como Madre de Agua, Ngonda, Centella y Mamá Chola se les dan solo hembras, y a los karires se les pueden dar animales negros y machos, ya sean gallos, murciélagos o gatos_ adulto, en su plenitud, al comienzo, al final y en cada ritual o paso que lleve la obra. Un Lucero lleva dos gallos, uno negro y otro colorado, por ejemplo, mientras que un kini kini o un nkuyo Madre de Agua, llevan tres sacrificios, ya que su fabricación es más compleja y demora más.

Lucero y chamalongos montados por el Padre Montenegro.
Firma o patipemba en la base del Guardiero o Lucero.

Kini Kini Negro montado por el Padre Montenegro.

 Es importante recordar que todo brujo o bruja tiene una nganga o fundamento grande, donde habita el nkisi formado por su ángel de la guarda( mpungu de cabecera ) y su nfumbe principal. Si es hombre, su nganga tiene que ser masculina _un Lucero, Sarabanda o 7 Rayos, principalmente_ y si es mujer, femenina _Madre de Agua, Chola Wengue, Centella, Ngonda_. El resto de los fundamentos que adquiera o monte el brujo/a, serán prendas medianas, montadas en fetiches, güiras y otras vasijas pequeñas, pertenecientes a mpungus de cualquier sexo. 

Nkisi montado en un güira que el brujo se cuelga
del hombro para viajar y poder trabajar por el camino.

Por ejemplo, yo soy hijo de Lucero, pero mi nganga es un Sarabanda, ya que los kimbiseros del Santo Cristo del Buen Viaje no montamos Lucero nganga, porque nuestro tratado de Sarabanda es semejante a los Guerreros de la Ocha, en cuanto a su estructura, ya que, dentro de su caldero de hierro habitan, Lucero, Watariamba( Cabo Ronda ) y el propio Sarabanda( que encarna al Fuego, los metales, las armas y herramientas, la guerra y el trabajo ), en estrecha alianza con el mayoral o nfumbe principal del padre nkisi; a diferencia del Zarabanda Briyumba, que solo contiene a Watariamba, aparte del propio Zarabanda y, por tanto, lleva a Lucero _llamado Guía_ fuera, en el suelo, delante del caldero grande, montado en una cazuela de barro rojo más pequeña. 

A la izquierda, el caldero de Sarabanda por camino de Lucero
Cuatro Vientos, prenda principal del Padre Montenegro, con
guardiero y chasmalongos delante. A la derecha, cazuela de
Centella y nkuyo de Madre de Agua y encima, colgando, la
cesta de Ngonda Nkisi.

Cuando yo preparo un Lucero para una persona, lo que le entrego es un nkuyo Lucero, un fetiche de arcilla cargado _con fragmento de meteorito y kongome( huesos ), entre otros muchos ingredientes_ que representa la cabeza de un espíritu congo. Este nkuyo Lucero es un ndundu o espíritu guardiero que protegerá y abrirá los caminos a su dueño, semejante a los elégguas y éshus de ocha e ifá, pero mucho más poderoso que los orishas guerreros de la santería.

Consagración de una mpaka

En ese sentido, otra diferencia relevante entre la Kimbisa de Andrés Petit _tal y como se practica hoy en día entre sus verdaderos descendientes_ y la regla Briyumba, radica en nuestro Cuatro Vientos _una güira cargada, con 4 plumas de mayimbe en cruz, que cuelga sobre Sarabanda_ y el Ngurufinda _güira cargada y con muchas plumas diversas en su parte superior, que cuelga del techo_ de los briyumberos. Ambas formas son válidas para fundamentar a las fuerzas del elemento Aire, como los cuatro vientos y los espíritus de aves y nfumbes que moran en la copa de las nkunias más altas del monte, que son imprescindibles para el funcionamiento integral del nso nganga.

Una bruja, en cambio, no puede tener un 7 Rayos o un Sarabanda como fundamento principal. Su nganga ha de ser Madre de Agua, Chola Wengue, Centella o Ngonda, según el mpungu femenino que la rija. Las mujeres pueden poseer fundamentos de mpungus masculinos, pero en prendas medianas, como pequeños calderos de hierro, güiras y otros recipientes. De igual forma, los brujos, podemos tener fundamentos femeninos, pero en prendas menores. Yo tengo un nkuyo de madera de Madre de Agua, una calabaza de Mamá Chola, una cazuela mediana de Centella y una pequeña cesta aérea con Ngonda Nkisi.

Cazuela, fetiches, kongome y otros atributos de Centella Ndoki, la reina
de los muertos y dueña de los vientos malos.

Los fundamentos o prendas grandes( las cazuelas, calderos y vasijas grandes que albergan al nkisi principal de un brujo o bruja ) llevan sacrificios mayores y variados. Animales de cuatro patas, como los memes o chivos, los corderos, toros y bueyes, que se suelen complementar con sacrificios de aves, una por cada pata y cabeza de cuadrúpedo ofrendado. Los ritos principales del montaje de una nganga grande o tronco, llevan sacrificios de cuatro patas y en muchos casos también de aves, y los ritos secundarios o intermedios solo precisan de aves.

Los sacrificios se realizan de dos formas principales. Si existe un perro de prenda o médium poseído por el nkisi, beberá la sangre directamente del animal, de lo contrario, el brujo o algún capacitado sacrificará a los animales sobre el fundamento o sobre la firma del nkisi y/o del trabajo en cuestión. 

Nkuta o amarre con fetiches de arcilla y hojas de maíz.










Las makumbas, tumbes, amarres y demás obras de kimbanda, son violaciones o cambios bruscos en el nsila o destino de las personas, por eso es preciso exponer claramente nuestros deseos y objetivos a los nkisi y nfumbe, mediante representaciones simbólicas, para que comprendan correctamente lo que deben hacer.

Las representaciones simbólicas en la brujería, son rituales en los que se escenifica, de diversos modos, una historia o escena, que representa lo que deseamos que suceda en el futuro. Como todas las historias, estas representaciones rituales poseen uno o más personajes, correspondientes a los enemigos, víctimas y demás sujetos implicados en cada caso. Los personajes se pueden representar mediante algo que les pertenezca, ya sea palpable, como una prenda sudada o con sangre, cabellos, uñas, semen, etc, o impalpable, como el nombre, la firma, la imagen o el sonido de la voz de cada uno.

El principio por el que funcionan estos rituales, es el animismo o magia empática o simpática, que afirma que todas las cosas, vivas o muertas, visibles o invisibles, poseen alma o energía espiritual, que está presente en todas sus partes y que, por tanto, son iguales al todo. Es decir, que si poseemos una parte de una planta, como una rama o una hoja, podemos acceder a su energía espiritual y emplearla en determinados trabajos, según sus poderes o propiedades mágicas. De igual forma, si contamos con una parte de una persona _pelos, uñas, nombre, fotos, dibujo, figura de arcilla o tela, etc_, podemos actuar sobre su aura o cuerpo espiritual, que constituye el conjunto de toda la energía espiritual que cubre y rodea al cuerpo físico, para influir en su nsila o camino en el mundo terrenal.


Nsara nkuta o trabajo de amarre con fetiches dentro
de una calabaza, sobre un plato de loza con la firma de
la obra trazada, que sirve de base o escenario de la
misma.

Además de personajes, las obras o rituales de Nsaranda o hechicería, necesitan de escenarios que los contengan. El escenario básico consiste en un círculo sobre la tierra o el suelo, pero también se puede usar platos o fuentes de loza o barro, güiras, cocos, calabazas, berenjenas, cestas, paños, ropa( una prenda de vestir, como una camisa o una falda, perteneciente a la víctima o enemigo, en la que se envuelven los demás ingredientes, formando un jolongo ), tableros de madera, piel de animales, hojas de maíz, papel de estraza, etc, según el trabajo y las preferencias del brujo/a.

Luego viene la acción o trama de la obra, ya sea makumba o nkuta( daño o trabajo de amor ), que es representada por el brujo u oficiante, que "juega" con los elementos que representan a los personajes, poniéndolos en contacto con otras sustancias, como yerbas, palos, tierras, piedras, semillas, metales y minerales, fragmentos de animales, sobre el escenario o recipiente del nsara, para que el muerto o nkisi vea lo que tiene que hacer.

Las sustancias deben ser seleccionadas por sus propiedades biológicas y mágicas, según las características de cada obra. Un trabajo para endulzar a una persona, por ejemplo, no se realiza con sal, ni con yerbas amargas, sino con miel y azúcar. Y si deseamos contar con la fuerza de algún mpungu en específico, como Sarabanda o Centella Ndoki, para ejecutar un cierre de caminos, un tumbe u otra makumba, es conveniente emplear sustancias y elementos adecuados para esta clase de trabajos, pero que, además, pertenezcan o estén relacionados con los mpungus en cuestión. 

Y los mpungus, desde luego, también deben ser elegidos con cuidado. No esperen grandes resultados de un amarre de Kobayende o de una makumba de Tiembla Tierra, pues no son las fuerzas más adecuadas para esas obras. Otra cosa es que el brujo sea hijo de determinado mpungu y que, por esa razón, emplea su fuerza, sola o en combinación con otras, en todo tipo de trabajos, aunque solo sea para contar con su licencia.


El mayoral o muerto principal controla a los nfumbes auxiliares
para que cumplan los trabajos del hechicero.

El bakula o ancestro principal y más antiguo de la nganga, ejerce como mayoral del resto de los nfumbes con los que trabaja su amo. Este espíritu o nkisi _que muchas veces es heredado y, por tanto, puede tener cientos de años y haber pertenecido a algún africano o descendiente de la cultura bantú, conocidos en Cuba como congos_ es el que posee más experiencia y entiende mejor el lenguaje simbólico de las obras del brujería. Un bakula o nkisi( la fusión de un nfumbe y un mpungu en una sola entidad ) bien entrenado conoce la mayoría de las obras con las que trabaja su dueño y puede reconocerlas por sus abreviaturas _que son las patipembas, firmas o trazos simbólicos que se emplean en los rituales de palo monte, vodú, chamanismo e incluso en los de la magia europea_, sin necesidad de repetirlas completas. Solo es preciso mostrarle la firma del trabajo que queremos llevar a cabo y colocar encima los rastros, para que el bakula entienda lo que se desea y se encargue de guiar y supervisar a los nfumbes auxiliares necesarios.


Elementos de una obra sobre su patipemba o firma correspondiente.

El brujo siempre anda a la caza de nuevos nfuiris( espíritus de difuntos recientes o que aún no han ascendido ) para convertirlos en nfumbes( nfuiris alimentados con menga o sangre, al servicio de un brujo. La materia espiritual o mágica que constituye la menga, fortalece a los muertos y, al mismo tiempo, los vuelve más pesados y densos( oscuros ), lo que les impide ascender y alejarse del mundo terrenal y de los asuntos humanos. Con cada nuevo makuto, nkuyo, prenda o nkisi que el brujo prepara y entrega a sus ahijados y pacientes, pierde uno o varios nfumbes que debe reponer rápidamente para estar preparado para la próxima contingencia.

Esos nuevos nfumbes pasan primero por un período de adaptación y aprendizaje, trabajando en las obras, bajo las órdenes del mayoral o bakula. Después de un tiempo, en el que definen sus aptitudes para determinados nsaras o trabajos, como los bilongos, las makumbas o los nkutas, el brujo puede destinar a sus nuevos aliados al servicio de determinados nkisis, nkuyos, kini kinis, guardieros y demás prendas menores( prendas pequeñas o medianas como makutos, mpakas y nkuyos guardieros ) y mayores( nkisis, ngangas, kini kinis ), según su experiencia y poder.


Máscara de madera de chamán. Nunivak (S de Alaska comienzos s.XX)
/ Espíritu inuit de la luna (controla los animales)


No se puede montar un buen makuto con cualquier clase de nfumbe. No se recomienda usar el espíritu de un difunto, pues sería demasiado para un objeto tan pequeño. Tampoco se debe escoger un espíritu de Agua o de Fuego, sino de Tierra o Aire, que son los elementos de Lucero-Cuatro Vientos, las entidades que rigen los caminos y los vientos por los que transitamos en esta vida o plano material de la existencia, y que también pueden ser consagrados a los diferentes oráculos o instrumentos de adivinación o vititi, como los chamalongos y nzandis y las mpakas mensu, y fundamentados en nkuyos de Lucero y en prendas aéreas, como Ngurufinda o Cuatro Vientos y Ngonda Nkisi( la Luna ) o mixtas( que se asocian con varios elementos a la vez ), como Centella Ndoki, que es de Tierra, Aire y Fuego al mismo tiempo.

Los nfumbes de ríos y ojos de agua dulce se relacionan con Chola Wengue, nkisi que gobierna la fluidez y la fertilidad, por lo que se son ideales para todo tipo de nsara nkuta( amarres, trabajos de amor, hijos ) y nsara nsimbo( trabajos de fortuna, negocios, apuestas ) y, lógicamente, para fundamentar prendas de Mamá Chola.


Mbumba Makuke o calabaza de Mamá Chola.

Los nfuiris capturados en la costa marina o pertenecientes a personas ahogadas y suicidas, pertenecen a Kalunga o Madre de Agua( como la llamamos los kimbiseros ), la fuerza o mpungu del mar, y a Ngonda Nkisi, su hermana celeste y plateada que brilla en las noches e influye sobre todas las aguas dulces y saladas, incluyendo las lágrimas de dolor, tristeza o alegría que encierran la especial energía de las emociones humanas más profundas, como el amor y el odio, la piedad y la venganza. En muchas culturas de la tradición mágica y esotérica se reconoce al elemento Agua como femenino, maternal, dador de vida y estrechamente relacionado con las emociones humanas. A estos espíritus marinos se les convierte en nkisis o prendas de Madre de Agua y se les utiliza en las obras de esta entidad, especializadas en temas y problemas familiares y emocionales, crímenes pasionales, venganzas, suicidios, humillaciones, asuntos existenciales, religiosos y sicológicos, entre otros.

Los nfumbes de Tierra y Fuego, como los que rondan los tramos desiertos y cruces de la línea del ferrocarril, los campos de batalla, cárceles y los lugares en los que sucedieron hechos violentos de hierro( metales, armas, herramientas, máquinas ) o de fuego( electricidad, energía, poder, incendios, armas de fuego, trabajo, creación, fuerza, vitalidad, virilidad ), se consagran a Sarabanda, Watariamba, 7 Rayos y Brazo Fuerte; los mpungus y nkisis guerreros del palo monte, que rigen los nsara mulonga( trabajos de guerra; defensa y ataque ) y las obras o prendas relacionadas con la guerra y los guerreros, los militares, policía, cárcel, justicia, temas legales, política, crimen, delincuencia, violencia, accidentes, cirugías, tráfico, comunicaciones, transformaciones, deportes, la industria, el trabajo, las profesiones, la fuerza, la vitalidad y el talento.

Los espíritus que se consagran a los fundamentos y obras de Kobayende _relacionadas éstas con las enfermedades degenerativas y contagiosas, padecimientos de la piel, la sangre y de los huesos, y la salud en general, la vejez, los hospitales y los médicos y enfermeros_ se suelen hallar en los hospitales, asilos y morgues, en los pantanos y en la cama de los moribundos. También se les pueden capturar en el monte, como a las fuerzas de casi todos los mpungus, salvo a los de Kalunga, el mar.


El culto a La Santa Muerte en Mexico. 

A los espíritus con los que se fundamenta a Centella Ndoki y se realizan sus obras y makumbas, se les puede encontrar en el monte y en el cementerio y en casi cualquier parte, en realidad, pues este mpungu es la fuerza guerrera de las centellas y los vientos malos y es el cementerio, la reina de todos los nfuiris y nfumbes, la propia Muerte( Cuenta el Padre Umbral, fundador y guía de los nuevos kimbisas, que cuando llegó a México pudo percibir y reconocer la energía de Mariwanga en la imagen y culto de la Santa Muerte. No es de extrañar, entonces, el éxito que está teniendo el Palo Monte en México, Venezuela y otros países de América, donde el culto a la Muerte y a los muertos es muy importante a nivel popular ).

Para jalar o capturar espíritus se deben utilizar elementos fluidos y transparentes, como el agua, el alcohol y el cristal, que son buenos conductores de la energía espiritual( no así de la eléctrica ). Cualquier espiritista sabe que una copa de cristal medio llena de agua forma una bóveda en miniatura, que amplifica la energía espiritual, como un eco de otra dimensión, y atrae a los nfuiris y nfumbes que se invoquen por su nombre o que se encuentren cerca. Por esa razón, es costumbre entre los paleros y otros religiosos cubanos, acostar las botellas vacías sobre la mesa, cuando están bebiendo, para que los restos de licor dentro del cristal no jalen accidentalmente a un nfumbe.


Consagración de dos fumbo kuela o Tramperos.

A diferencia de las copas, cuya boca es amplia y permite entrar y salir cómodamente a los espíritus, las botellas de cuello estrecho pueden convertirse en auténticas trampas para nfumbes. Su forma les impide maniobrar bien, cuando caen dentro de una. Por eso resultan recipientes inmejorables para montar( fabricar un objeto o prenda mágicos ) los fumbo kuela o tramperos, que son botellas cargadas y preparadas para cazar nfumbes.

Los tramperos pueden ser fumbo bilongo kuela, que se emplean para jalar ndokis del aura de una persona víctima de hechicería y salvarla, o fumbo nkisi kuela, que le sirven al brujo para capturar nuevos nfumbes para su nkisi o nganga. En ambos casos se utilizan botellas de cristal decoradas con elementos que llaman la atención de los nfumbes. Lo que cambia es la carga que se les pone en su interior, pues, los tramperos de sanación devoran a los espíritus, absorbiendo toda su energía, mientras que los fumbo nkisi atrapan y conservan a los nfumbes, para que puedan ser aprovechados por el brujo. 

Los tratados de los fumbo kuela son secretos de mi linaje que no estoy autorizado a revelar, pero existen otras formas de manipular las propiedades espirituales del agua y el cristal para jalar nfumbes. Reflejando la luz de Ngonda Nkisi, cuando está llena, en un espejo metido en la corriente de un arroyo o en un ojo de agua, entre la superficie y el fondo, se puede engañar a un nfumbe solitario de las aguas, para llevarlo a casa. 

Es preciso llegar al lugar elegido( buscar sitios apartados de la civilización, en los que se sienta la energía densa que caracteriza a los nfumbes, en los que se haya ahogado gente y/o existan leyendas o rumores locales sobre fantasmas y güijes o duendes ) antes del ocaso, con un cinturón o cuerda ajustados a la cintura, para que el nfumbe no nos detecte, y ocultarnos junto al agua, tras un árbol o entre matorrales, hasta que oscurezca. Mientras tanto esperaremos en silencio físico y mental, armonizando la respiración del cuerpo con el ritmo particular de las plantas y criaturas del lugar, hasta ser uno con ellas, como hacen los tigres y los buenos cazadores. 

Cuando ya sea de noche, meteremos la mano izquierda con el espejo en el agua, muy despacio, dejando el brazo relajado, para que el cristal se integre a la corriente con naturalidad y esperaremos atentos a que la entidad se acerque a la luz, confundido por la presencia de la Luna bajo el agua, para atraparlo. En el momento en que veamos su rostro y aprovechando su sorpresa( nosotros también estaremos sorprendidos y asustados, pero debemos apretar las nalgas para no ensuciar los pantalones y mantener la ecuanimidad ), empezaremos a jalar con fuerza el espejo hacia fuera del agua, con un morral de cuero o forrado de seda negra en la otra mano, listo para guardar al nfumbe pescado.


Los manantiales subterráneos y los pantanos y ojos de agua apartados, son
buenos lugares para cazar espíritus; también las cuevas,  los bosques tupidos,
los barrancos y los cruces de caminos y de ferrocarril en lugares desiertos.

Cada vez que capturemos un nfumbe, ya sea en un trampero de cristal o en un espejo dentro de un morral, o que sellemos un pacto con un espíritu recién descarnado para consagrar un nkisi( estos espíritus o aliados, llamados así porque aceptan voluntariamente el trato o alianza con el brujo, deben pertenecer a personas con menos de 21 días de fallecidas, que en vida destacaron por su fuerza y astucia. Entre los nganguleros cubanos, las kriyumbas o cráneos más apreciados son las de los asiáticos y africanos, por ser razas muy antiguas y sabias, que se adaptan con facilidad a cualquier palo o mpungu con el que se pretenda fundir al nfumbe para crear un nuevo nkisi, pero también se valoran los espíritus de médicos, curanderos y brujos, militares, jefes y guerreros, para crear nkisis de caracteres afines, que sirvan de buenos mayorales de los nfumbes capturados ), es preciso sacrificar un ave( los animales de 4 patas solo se dan a los mpungus y nkisis o mayorales, para que puedan controlar y dirigir con fuerza a los nfumbes esclavos o auxiliares ) de inmediato, antes de que el espíritu reaccione y consiga escapar. La menga o fuerza vital de la sangre sobre la botella o morral, será un manjar inesperado para el nfumbe, que nunca antes habrá experimentado ese subidón de energía. 

Esa fuerza contenida en la menga fresca, mientras el animal aún aletea, es espíritu y materia al mismo tiempo durante unos breves segundos, creando un puente entre ambas dimensiones. Siempre que la sangre de una criatura se derrama sobre la tierra o el agua mientras ésta agoniza, se abre una brecha entre el mundo de los vivos y el de los muertos que puede ser utilizada por un brujo, para influir sobre el astral o dimensión espiritual que rodea al planeta como una atmósfera de almas, o por una entidad espiritual, para influir sobre el mundo material. Este es el gran secreto de la sangre.

Cuando el nfuiri prueba la menga, la absorbe goloso como una esponja y su aura se oscurece y densifica por el peso de la materia ingerida( por decirlo de alguna manera ) junto con la energía vital de la sangre. Es entonces cuándo se convierte realmente en un nfumbe, que significa eso, espíritu denso u oscuro. Su densidad les hace más fuertes y poderosos, pero también les lastra, impidiéndoles ascender hacia la luz de Nsambi. El brujo sabe este secreto y por eso le da menga a los espíritus capturados, para anclarlos a este plano, encadenados a su poder.



Concluyendo, un brujo completo, hecho y derecho, posee un bakula o nkisi principal( comúnmente llamado el muerto ) que es el mayoral del resto de los nfumbes con los que éste trabaja. El mayoral se funde con los palos y mpungus del fundamento principal( 7 Rayos, Lucero, Sarabanda, Tiembla Tierra y Kobayende, principalmente, si se trata de un tata, padre o brujo, y Madre de Agua, Chola Wengue, Mariwanga o Ngonda Nkisi, si es una yayi o bruja ) mediante los rituales o tratados de montaje de cada prenda, convirtiéndose todos _el muerto, el o los mpungus, los palos o nkunias, los ngandos, mataris y demás elementos que conforman la nganga, nkuyo o prenda de la que se trate_ en una nueva entidad espiritual creada por el hombre, como un injerto mágico entre espíritus de diferentes especies, como las personas y los animales, y las plantas, los minerales, los gases, vientos y fenómenos atmosféricos, los astros y cometas, que constituyen los mpungus o espíritus superiores( enormes concentraciones de energía espiritual positiva o creativa, que se relacionan tradicionalmente con ángeles y divinidades, como los dioses del antiguo Egipto, equivalentes a los dioses del Olimpo griego y a los orishas de Nigeria ) y los karires o demonios( enormes concentraciones de energía negativa o destructora que se suelen relacionar con los demonios de la tradición judeocristiana, que son versiones fantásticas y poéticas, creadas por la desbordante imaginación de los antiguos hebreos, de estas entidades misteriosas y primigenias ).

Cada fundamento, nkuyo( incluyendo a los Luceros y kini kini ), mpaka, makuto, chamalongos, tongos o bastones y demás prendas del palo monte, están habitados por nkisis. Las prendas mayores o fundamentos( ngangas de saco, como la boumba; de güira, como Ngurufinda, Cuatro Vientos y el Nsasi de Mayombe; o de calabaza o barro, como las prendas de Mamá Chola y Madre de Agua, respectivamente ), las mpakas gajo y algunos kini kinis y guardieros de Lucero, son gobernadas por nkisis formados con nfumbes humanos y los mpungus más fuertes o principales. Las prendas menores( bastones, chamalongos, mpaka mensu, makutos y amuletos, collares, guardieros, tramperos, etc ), por el contrario, están habitadas por espíritus elementales de agua, fuego, tierra y aire o de animales y plantas.

Los nkisi de origen humano que se emplean en algunas prendas, cuentan con otros espíritus auxiliares que están a sus órdenes y que se llaman ndundu, si son positivos y ndoki, si son negativos. A su vez, todos los nkisi de un nganga o brujo, obedecen al bakula, mayoral o nkisi mayor del nso o munanso, conocido popularmente como el muerto

En los próximos capítulos del Buey Suelto veremos como se hacen los nkutas o amarres y las makumbas o daños, con figuras de arcilla. 





¡¡¡KIMBISA QUIEN VENCE!!!


viernes, 30 de mayo de 2014

DIMAMANGA: La Escritura de Firmas o Patipembas

Uno de los aspectos del Palo Monte que más interés y controversia provoca en el mundillo de la brujería afrocubana es el asunto de las firmas o patipembas, esos dibujos que se trazan en el suelo del nso nkisi ( cuarto o estancia donde se guardan las prendas y fetiches donde habitan los nkisi, nfumbe, ndundu, ndoki y demás entidades espirituales con las que trabaja el brujo o Nganga, llamado en Cuba padre o tata, según la regla y madre o yayi, en el caso de las brujas ) con ndunda ( yeso, tiza ). Unos opinan que las patipembas simbolizan a los mpungu, nfumbe y nkisi y tienen razón. Otros creen que son las firmas o nombres secretos de cada palero y también llevan razón. Algunos afirman, incluso, que cada nsara o trabajo de brujería tiene su firma y, en cierta forma, también tienen razón, como veremos más adelante.

La bantú, como la mayoría de las culturas africanas, es una tradición oral, que no posee un sistema de escritura como el occidental, que permite registrar cada palabra pronunciada. Los nativos bantú, como la mayoría de los africanos antes de la expansión del colonialismo europeo, no necesitaban registrar las palabras pronunciadas, confiaban en la palabra dada _que para ellos, como para los nativos americanos precolonbinos, era sagrada_ y en la memoria de los testigos y narradores de su pueblo. Solo a un mundele ( hombre blanco ) se le ocurre sustituir el placer de hablar y de cantar y de reír, la riqueza de los sonidos, la magia de las palabras y el arte de la conversación y la narración, por las silenciosas y frías palabras escritas. Los bantú, como la mayoría de los africanos, no necesitaban la escritura para comunicarse entre ellos, sin embargo, sí empleaban trazos y dibujos simbólicos _con yeso, diferentes harinas y polvos de raíces y diversas sustancias o rayando sobre la tierra o la arena con un palo, cuerno o simplemente con el dedo_ para auxiliarse en las cuentas matemáticas, para enriquecer las narraciones orales con mapas e indicaciones y también para aquellas actividades o situaciones en las que conviene usar un lenguaje silencioso, como en el caso de la caza, la guerra y la comunicación con los que ya no están vivos.

Los diferentes pueblos de la cultura bantú, como los kikongos, eran tribus entre las que abundaban las sectas secretas de guerreros y cazadores _aún cuando muchas de ellas ya habían abandonado los hábitos nómadas y estaban asentadas y desarrollando la agricultura y la ganadería_, cuando sus miembros empezaron a ser cazados y exportados como esclavos a las Américas. Los integrantes de esas sectas practicaban ciertos rituales secretos para protegerse de sus enemigos y obtener habilidades mágicas en el combate o la cacería, para ser fuertes y rápidos, como fieras felinas; poseer vista aérea, como mayimbe, el aura tiñoza y espiar y atacar a distancia sin ser vistos, ni dejar rastro alguno, a través de sus aliados en el otro mundo ( el plano astral, donde no existe materia, solo energía espiritual y habitan las distintas entidades o espíritus de fuerzas naturales y sobrenaturales, provenientes de plantas, animales, personas muertas, espíritus superiores y otras dimensiones ). Cada secta tenía sus propias patipembas para codificar sus actividades mágicas y comunicarse en silencio, de forma que ningún extraño pudiera entenderlas. Las patipembas de estos cultos secretos simbolizaban a las entidades con las que trabajaban, y servían _como ahora_ para invocarlas o para explicarles una obra o deseo, consultarles una situación o arrearlas hacia el astral a cumplir las encomiendas. También se le entregaba una patipemba a cada ngueyo o guerrero para simbolizar su nuevo nombre secreto _que ningún profano debe escuchar_, adquirido al pasar con éxito la iniciación en la secta. Otras patipembas eran empleadas para dejar avisos en determinadas piedras o árboles, para los miembros de la secta, sin que sus enemigos o los profanos de su propia tribu pudieran percatarse. Un sistema de contraseñas y claves heredado de la dimamanga o escritura de los antiguos cazadores y guerreros y que continúa ramificándose en nuestros días en los códigos que grafitan las pandillas callejeras que luchan entre sí por el control de territorios en la jungla de asfalto.

Tanto el Vodú haitiano como el Palo Monte cubano, son herederos de la dimamanga o escritura de las fraternidades mágicas secretas de los pueblos bantú. Mientras que en África cada guerrero conocía solo las patipembas de su linaje, en América se mezclaron unas con otras, creando nuevas dimamangas para las nuevas sectas secretas fundadas en el nuevo mundo, y múltiples variaciones, aportes y sincretismos, según se fueron ramificando sus versiones criollas. Por eso la dimamanga del Palo Monte afrocubano es una verdadera torre de Babel, imposible de cotejar en un solo lenguaje general de patipembas para todas las reglas, ramas y munansos de Cuba.

Pero no se desanimen, no es imprescindible, ni mucho menos, conocer todas las dimamangas o sistemas de escritura del Palo Monte, con sus respectivas e inumerables patipembas; con saber las firmas que nos corresponden _como ngueyos, capacitados, mayordomos, padres y tatas, madres y yayis, etc_, las firmas de nuestros nkisis y el modo de explicarles con dibujos nuestras preguntas y deseos, es más que suficiente. Sí, porque en realidad existen muchos mpungus y nfuiris en el astral, pero cada brujo solo trabaja con unos pocos de ellos, a los que convierte en sus nkisi y, por otra parte, no es exactamente cierto que cada nsara o trabajo de brujería posea su propia firma, sino que ésta se crea en el momento, según las circunstancias específicas. Por eso es un disparate repetir la firma de un trabajo en la realización de otro, aunque se persigan objetivos muy parecidos, pues no existen dos situaciones idénticas, como los granos de arena, que se parecen todos, pero no hay dos iguales.

Entiendan pues, que la dimamanga que voy a explicar a continuación no es la lengua madre del Palo Monte, sino la parte básica de mi forma; una síntesis de los estilos que heredé de mis mayores y que luego he contrastado con otras fuentes y experiencias. En ese sentido, el Palo Monte es como el Tai Chi, que posee muchos estilos _dependiendo del ritmo y la cantidad de pasos que compongan cada forma o secuencia de movimientos, como la tradicional forma larga del estilo Yang, que dura hora y media y se compone de 108 pasos, por ejemplo o versiones sincréticas de varios estilos que se han popularizado en occidente y que llevan solo 37 ó 24 pasos y no superan la media hora_; cada maestro tiene su libro.

Dimamanga


El punto y el círculo simbolizan el valor uno ( 1 ), ya sea en el macromundo _círculo, mundo, sociedad_, como en el micromundo _punto, individuo, situación concreta_.

El círculo es una figura muy importante en las patipembas, que posee diferentes significados de acuerdo a cómo se use. Un círculo grande puede simbolizar el universo, el micro mundo sobre el que se quiere actuar, el Sol, el círculo de protección, mientras que los círculos medianos pueden  contener el signo de un registro, la firma abreviada o camino de un mpungu o el lugar para colocar una obra, rastro o fula, dentro de una patipemba de trabajo, y los más pequeños indican a los espíritus más oscuros o ndokis,  en contraste con las cruces pequeñas, que indican a los ndundus o espíritus que se utilizan para sanar y hacer el bien, en general.

La línea simboliza la dualidad ( 2 ) presente en todas las cosas desde que el ser humano probó el fruto del conocimiento y a causa de ello su mente se expandió y se distanció del Todo, dando origen a la conciencia individual. Las líneas rectas simbolizan el trayecto de un punto a otro del espacio ( línea vertical ) y del tiempo ( línea horizontal ), mientras que las curvas indican el movimiento de las entidades _nkisi, nkuyo, nfumbe, ndundu, ndoki_ encargadas de llevar a cabo los trabajos del Nganga o brujo.


Cada registro para vititi ( vista, consulta, investigación ) y/o nsara ( trabajo ), se abre trazando un nuevo círculo grande entre el brujo y el consultante. Las líneas vertical y horizontal cruzadas en su interior simbolizan los cuatro vientos, los cuatro puntos cardinales y los correspondientes cinco Elementos _Aire/norte, Tierra/sur, Fuego/este, Agua/oeste y Espíritu/centro_. En el centro de ese escenario circular se enciende una vela y se arrojan los chamalongos o se mira con una mpaka vititi mensu o con un plato. Algunos paleros refuerzan o sustituyen el círculo con su cuile o collar de guerra o bandera, lo cual es válido. El diámetro de cada círculo depende de la complejidad y el número de participantes de cada ritual, de modo que los círculos en que intervienen varias personas se dibujan con gruesos trazos de polvo de yeso o harina y en el centro se enciende una hoguera, envés de una vela.



La línea vertical se convierte en flecha _con punta en un extremo y plumas en la cola_ para indicar la dirección del trabajo ( de abajo hacia arriba, si se emite o lanza un trabajo y de arriba hacia abajo, si se trata de un ataque lanzado contra el consultante, el cual se quiere romper y de paso atrapar al espíritu encargado de ejecutarlo, como mismo se roba una paloma amaestrada con otra paloma entrenada ) y la línea horizontal se transforma en flecha para indicar la dirección en el tiempo _de izquierda a derecha, hacia el futuro y de derecha a izquierda, hacia el pasado_ de los registros, rompimientos, limpiezas y sanaciones lanzados desde el presente hacia el pasado y de los trabajos enviados desde el presente en dirección al futuro.


Sobre estos cuatro círculos básicos se trazan entonces las líneas curvas, llamadas ñocas por su semejanza con las serpientes, que simbolizan a los vientos o espíritus que intervienen en el drama que se representa dentro del escenario mágico. Las porciones este y oeste simbolizan el pasado y las norte y sur, el futuro y el presente, respectivamente. Un espíritu puede enviarse desde el presente hacia el pasado, para averiguar, limpiar, sanar o desbaratar y desde el presente hacia el futuro, para prever y modificar los caminos o destinos a conveniencia. Toda ñoca que veamos nacer en el sur representa a un espíritu enviado por el brujo que oficia desde el momento presente hacia el futuro o hacia el pasado y toda ñoca que veamos salir del este, indica una entidad o situación del pasado que sigue afectando en el presente, camino del futuro. Las ñocas solo pueden nacer en la parte inferior del círculo ( este-sur, pasado-presente ), pero pueden terminar en cualquier momento-lugar del espacio-tiempo.

Las letras y palabras de esta firma son para apoyar la explicación, pero en las patipembas reales no suelen emplearse. El lenguaje escrito es un aporte criollo, de origen occidental, a la brujería africana _así como el tabaco es un aporte de los nativos americanos_, que se emplea mayormente para escribir el nombre de personas en los distintos nsaras o trabajos.

La ñoca indica una acción mágica _ya sea trabajo, guerra o investigación_ que el brujo inicia desde el momento presente hacia el pasado de una situación o persona.

Según se avanza en el registro se van trazando las ñocas, hasta que la situación y el trabajo quedan correctamente indicados y ubicados dentro del círculo, bajo la atenta mirada de las entidades invocadas para zanjar el asunto. El brujo, cual general sobre un mapa, explica con dibujos, a sus oficiales invisibles, el plan de batalla.

Acción desde el presente hacia el futuro.

La ñoca indica una acción mágica, en general, creada en el pasado, que sigue actuando sobre la persona o situación en el presente.

Desde el momento presente, el brujo inicia una acción mágica hacia el pasado, para investigar o desbaratar un trabajo lanzado por otro brujo o, por el contrario, para reforzar un trabajo anterior.

Por último, el brujo envía una segunda acción _tercera ñoca_ desde el momento presente hacia el futuro. Esta firma puede indicar, por ejemplo, una sesión en la que el brujo envía un espíritu hacia el pasado, para investigar y desbaratar una makumba ( daño, mal ) o nkuta ( amarre, dominación ) lanzada contra el consultante o persona sobre la que se quiere influir, y otro hacia el futuro, para abrirle los caminos del éxito o la victoria en determinado asunto o para darle suerte en general.

Los rastros, imágenes o fetiches de los lugares y personas sobre los que se quiere influir se colocan en la punta o cabeza de la ñoca y las obras o nsaras en la cola.

Las pequeñas cruces y círculos simbolizan a las energías y entidades _ndundu o positivas y ndoki o negativas, respectivamente_ que caracterizan cada trabajo y que son dirigidas por los nkisi o nfumbe del brujo. Todo nganga, tata o padre nkisi necesita, como mínimo, un nkisi y cuatro espíritus auxiliares _dos ndundus y dos ndokis_. Las prendas puras solo son habitadas por un nkisi y cuatro o más espíritus auxiliares _como en el caso de Nsasi o Siete Rayos, de Mayombe_, pero algunas ngangas montadas con tratados criollos _de Briyumba y Kimbisa, principalmente_ pueden estar habitadas por varios nkisi afines, como Sarabanda, Lucero, Cabo Ronda y Brazo Fuerte, en el caso de los mpungus guerreros o como Madre de Agua y Mamá Chola, en el caso de los espíritus o fuerzas de las aguas dulces y saladas o como Cuatro Vientos y Ngurufinda, como ejemplo de alianza entre mpungus aéreos.

En esta firma, la ñoca inferior indica una acción en dirección al pasado _probablemente vititi, vista o registro_ y otra hacia el futuro de la persona o situación, lanzadas desde el presente, en una misma sesión. Puede significar, por ejemplo, a una persona que acude a consultarse, el brujo investiga su pasado para saber lo que pasa y lo que hay que hacer y a continuación realiza la obra apropiada y envía a uno de sus espíritus para que la lleve a cabo.

Sarabanda es un nkisi criollo que nace de la alianza entre varios mpungus guerreros _inspirada por la alianza de los tres orishas guerreros de la regla de ocha_ y un nfumbe fuerte y bravo, originario, preferiblemente, de un policía, militar, gánster, luchador o guerrero en general, para poder enfrentarse y vencer a los hasta entonces invencibles nkisi mayombe, conocidos como Nsasi o Siete Rayos. Aquél fue un duelo imprescindible para que la regla Briyumba se ganara el respeto de los mayomberos y pudiera hacerse un lugar en el mundo del Palo Monte. Duelos semejantes tuvieron que enfrentar las primeras potencias Abakuá para blancos y mulatos que se fundaron en el siglo XIX y los templos Kimbisa, cuando surgió la regla del Santo Cristo del Buen Viaje. Cada nueva regla debe luchar con la anterior para probar fuerzas y ganar experiencia y respeto, al igual que cada nuevo tata busca medir fuerzas con otros nganguleros de juegos rivales y a menudo _aunque no es ético y está muy mal_ con sus propios mayores. Es algo natural, la ley de la selva luchando por sobrevivir en la vida moderna, como las escuelas de artes marciales chinas a principios del siglo XIX, enfrentadas todas entre sí por la supremacía de sus respectivos estilos, pero al mismo tiempo fuertemente hermanadas en la resistencia contra la civilización moderna, para conservar y desarrollar su cultura tradicional.

Las cruces y círculos pequeños que aparecen encima de la cola de la ñoca, indican a los espíritus encargados del nsara o trabajo. Esta firma, en general, puede interpretarse como un trabajo enviado desde el presente hacia el futuro, que durará 4 días e incluirá cuatro acciones opuestas, que llevarán a cabo dos ndundus y dos ndokis, alternando las acciones negativas y las positivas, cómo indican las flechas pequeñas antes de la cabeza o punta de la ñoca, para alcanzar su objetivo.

Una vez dispuestos los rastros y la obra sobre la ñoca y realizados los sacrificios previstos ( si fuera el caso, pues la nganga come cuando empieza a debilitarse o cuando se le cumple una promesa o se le premia por un buen trabajo, pero no se le puede alimentar demasiado. Al igual que los perros, los nkisi trabajan mejor cuando están hambrientos, pero todavía fuertes ), se prende la fula ( pólvora preparada con mpolos o polvos de nkunias o palos y otras sustancias correspondientes al tipo de trabajo ) para arrear a los nkisi, nkuyo, nfumbe, ndundu o ndoki hacia sus víctimas y objetivos. La fula se coloca sobre la línea de la ñoca en pequeños montoncitos cuyo número puede indicar los días a partir del momento presente en que se desea que se cumpla el trabajo. La forma de explotar, dejando intactos algunos montoncitos, puede interpretarse como una confirmación del trabajo o todo lo contrario, que algo falta o está mal hecho, por ejemplo.

A la misma patipemba anterior, añadimos una sencilla firma de Chola Wengue, que puede indicar al ángel de la guarda o mpungu de cabecera o protector o, que la fuerza de esta entidad se emplea en el trabajo. Teniendo Chola Wengue una gran relación con los asuntos amorosos y económicos en el palo monte, podemos deducir que esta obra persigue uno o ambos de esos objetivos: amor y fortuna.

A continuación añadimos una firma sencilla de Lucero, el mpungu de la fuerza de ese astro y de los caminos del mundo y los destinos de los humanos. Ahora se puede interpretar que esta obra es para abrirle los caminos del amor y/o de la fortuna a una persona.

Dentro del círculo se pueden trazar también las firmas de los nkisi y de otros mpungus que no están fundidos con ningún nfumbe( un nkisi es un muerto fundido con la fuerza de un mpungu dentro del crisol de la nganga ), ni viven en el caldero, pero cuya fuerza se precisa para un trabajo ( como puede ser el caso de Kobayende, Mamá Chola o un karire o demonio, como Lugambé, que solo se acude a él para trabajos muy fuertes y negativos que el nkisi del brujo no puede llevar a cabo solo ), pero por lo general, un brujo de verdad solo trabaja con su nkisi, porque cuando camina cheche bacheche no hace falta más nada. De hecho, cuando un brujo lleva varios años trabajando con un nkisi, llega el momento en que ya no necesita realizar las obras más comunes, pues el nkisi ya sabe lo que tiene que hacer con tan solo ver la patipemba del trabajo y los rastros en la punta de la ñoca.

El objeto parcialmente rojo, que aparece en la parte inferior del círculo, en la cola de la flecha vertical,  nos indica el lugar donde debe colocarse la obra o trabajo, si fuera necesario ( algunos trabajos no necesitan obra, solo la patipemba correctamente trazada y demás elementos, como chamba, tabaco, vela, etc ) y la figura de arcilla a la que falta la cabeza y un brazo, indica dónde debemos colocar los rastros, a la cabeza de la ñoca. Algunos paleros colocan la obra en la cola de la ñoca, envés de en la cola de la flecha vertical, lo cual también es válido, si se acostumbra a los nkisi de ese modo. Lo que no funciona es hacer hoy un trabajo con la obra en la ñoca y mañana otro con la obra en la flecha vertical, pues confundimos a las entidades.

Las patipembas que representan a los mpungus no se utilizan para invocarlos, como piensa mucha gente, sino para explicarle al nkisi que tiene que usar la fuerza o energía espiritual de ese mpungu en específico para realizar el trabajo en cuestión. Por eso hay tantas patipembas diferentes de cada mpungu, pues al igual que las prendas, las patipembas van cambiando y evolucionando con cada nuevo camino. Lo importante es que nuestro nkisi entienda nuestras patipembas, no lo que opinen los observadores.

Las firmas del nganga o brujo y del nkisi o muerto no deben ser vistas _al menos completas. Al igual que el nombre, la patipemba personal no debe mostrarse del todo para evitar que otro pueda copiarla y dominarnos mediante ella_ por nadie. Son secretos entre nganga y nkisi que solo se usan cuando se monta una prenda o cuando se trabaja lejos del nso nkisi, sin prenda, ni mpaka o en las ceremonias importantes( rayamientos colectivos, toques de cajón, celebraciones, fundación de un nuevo munanso, consejo de guerra, etc ) en que participan varios brujos y se suele firmar ante el fundamento principal, como señal de respeto del palero invitado y de su nkisi hacia el tata anfitrión o principal y sus entidades.

Los tatas más poderosos son los que se funden con su nkisi, dejándole habitar permanentemente en su aura o cuerpo astral y compartiendo con él todos sus sentidos, experiencias y recuerdos a cambio de conocimientos ocultos y poderes mágicos superiores. Mucha gente los toma por viejos locos porque viven apartados en el monte y hablan solos y cuando miras sus ojos sientes que algo no humano te observa del otro lado. Extravagantes y antisociales, si, pero de locos nada. La mayoría de ellos suelen gozar de asombrosa salud y lucidez hasta los últimos momentos de sus largas vidas. Muchos superan con facilidad los cien años caminando, trabajando y masticando y sonriendo con sus propios dientes. Pero es mejor mantener las distancias, si se es joven y saludable, pues ya la propia Lydia Cabrera fue advertida en su tiempo de que no visitara a cierto brujo congo muy viejo y poderoso que ella quería entrevistar, pues se arriesgaba a que le robara la fuerza vital para alargar su vida. Esos tatas ya no necesitan prendas ni patipembas para llamar a sus nkisi, ya que ellos mismos son nkisi, un solo ser medio vivo o medio muerto, según desde qué mundo se mire.

La patipemba simple de Sarabanda nos muestra la alianza entre este mpungu de los metales, herramientas y armas con Nkuyo Watariamba ( Cabo Ronda. Se le relaciona con la caza, la policía y la guerra ), simbolizado por la flecha y con Nkuyo Lucero, simbolizado por el Cuatro Vientos.

Tata nkisi no está vivo
Tata nganga no está muerto
Tata nkisi son nganga
Tata nganga son nkisi

¡Kimbisa Quien Vence!